Vivo y disponible
“por
que dice: en tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he
socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de
salvación”
Donde
te encuentras en la agenda de Dios? ¿Lo sabes? La biblia no nos dice cuanto
tiempo hacia que al hombre cojo lo traían a sentarse en la puerta de la
hermosa; pero estoy seguro que el ser transportado hasta la puerta del templo
era una actividad diaria.
El
no tenía ninguna razón particular para pensar que el día en que se encontró con
Pedro y juan diferente a los demás días de su vida. Para él, este era
probablemente “otro día mas” para pedir limosna.
La
mayoría de nosotros conoce que día es hoy en el calendario de Dios ha marcado
en su horario para que nosotros recibamos nuestro milagro que puede cambiar la
vida, modificar la mente, redimir el espíritu, y limpiar nuestra alma hoy.
El desafío
para nosotros consiste en que estemos consientes del momento cuando nuestro
milagro venga, y la única manera que conozco para estar percibido de la llegada
de ese momento, es estando siempre alerta. Debemos estar disponibles
continuamente para recibir de Dios continuamente. El primer requisito para estar disponibles continuamente. El
primer requisito para estar disponible es estar disponible es estar vivo. La
buena noticia es que estas ¡vivo!
A
pesar del dolor y la debilidad en algún área de tu vida… a pesar de no ser
capaz de hacer lo que otros hombres hacen…
A
pesar de no ser capaz de movilizarte como otros hombres se movilizan, caminando
y saltando con plena libertad de movimiento…
El
caso es,
¡A
pesar que estas aquí! Has sobrevivido hasta el momento. No importa cuán
quebrantado, herido, o frustrado te encuentres. ¡Está vivo!
Y
siempre y cuando esté vivo. Puede ocurrir un milagro. Sin embargo, para recibir un milagro, cualquiera que este sea, debes
estar disponible para un milagro.
Los
milagros le ocurren a aquellos que saben que los necesitan. Así que el enemigo
preferiría verte tan activo y ocupado, que
no dispongas de un momento para meditar y entregarle a Dios tu vida o tu
debilidad. El enemigo preferiría más bien verte tan activo y entregarle a Dios tu
vida o tu debilidad. El enemigo preferiría más bien verte completamente
involucrado en contratos y oportunidades, en viajes de negocios y horarios de
trabajo completamente llenos; que ver a un hombre que es traído a un lugar para
estar disponible cuando pase un siervo de Dios, o ser el mismo un siervo de
Dios que acuda a hablar de la palabra del señor.
Estar
disponibles significa que estamos…
Alertas.
Estamos nuestras manos levantadas en adoración, listos para recibir.
Emocionados.
Albergarnos muchas ansias que anticipan lo que Dios va a hacer.
Jesús
dijo a sus discípulos incluyéndonos a nosotros “mas vuestro tiempo siempre está
presto” ¡vivamos con ese nivel de
disponibilidad!
Permanece
disponible hoy para
recibir el milagro que Dios
tiene en camino para ti.
Protegiendo tú preciso
espíritu
“El
ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que
tengan vida, y para que la tengan en abundancia”
Muchas
personas tienen sistemas de seguridad en sus casas, o alarmas en sus carros.
Ellos saben que poseen algo de valor. Y también saben que hay ladrones sueltos
en el mundo que anhelan apoderarse de esas posesiones. Pero, aunque se le da
mucha importancia a las posesiones. Para materiales, muchos hombres no tienen
sistemas de seguridad para su vida emocional y espiritual. Parte de la razón es
que no saben que son de gran valor para Dios. Y la otra parte de la razón, es
que no saben que un ladrón anda suelto en el mundo y quiere robar, disminuir, y
matar todo lo valioso que ellos poseen.
Puedes
poner barras en las ventanas de tu casa…
Puedes
poner un sistema de alarmas en tu carro que al activarse sonara como sirena, o
las luces del vehículo se encenderán y apagaran…
Puedes
poner sistemas de video y alarmas silenciosas en tu tienda…
Puedes
poner candados en tu bicicleta o en el cofre donde guardas objetos de valor…
El
ladrón anda detrás de ti sencillamente por que hay una parte del entorno
espíritu de Dios en ti.
Protege
tu espíritu. No solo es lo más valioso que posee si no que es parte eterna de
tu ser.
¿Cómo
protegemos nuestro espíritu?
Primero,
edifica tu relación con jesús. Emplea tiempo comunicándote con él. Obtén tu identidad de Él.
Segundo,
se edificado en palabra de Dios. Lee tu biblia, estúdiala. Ata la palabra de
Dios a tu mente.
Tercero,
se edificado por medio de la alabanza. Adora al Señor. Sirve en todos las
formas que conozcas. Debes estar alerta, el ladrón nunca duerme.
Procura
siempre la abundancia que se encuentra en Jesús. El ha venido a restaurar todo lo que el ladrón te
haya quitado.