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Confiando en dios para la revelación de tu verdadera identidad

 

“así se quedo Jacob solo; y lucho con él un varón hasta que rayaba el alba….. y dijo: déjeme, porque  raya el alba. Y Jacob. Y el varón  le dijo: has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido”

Tú no eres el diablo o los pecadores dicen que eres. Tú eres quien Dios dice que eres. Y algunas veces  tienes que acudir directamente a Dios dices que eres. Y algunas veces tienes que acudir directamente a Dios para saber tu nombre real y tu verdadera identidad.

Este fue precisamente el caso en la vida de Jacob. Todos sus años de crecimiento, Jacob había sido llamado “el usurpador”, uno que obtuvo algo que no le pertenecía. El mismo nombre Jacob significa “tramposo”.

Tramposo, ¿Dónde está tu ropa?

Tramposo, ven a la cocina.

Tramposo, Ponte los zapatos

Tramposo, saca la basura

¿Puedes imaginarte cuando eras niño, escuchar todo el tiempo a las personas llamándote con un nombre que revela el aspecto más negativo de tu carácter?

Jacob creció creyendo lo que otros decía.

El creyó la mentira que otros decían de él y hasta se convirtió en mentiroso. El engaño a su padre para recibir la bendición que por derecho le correspondía a su hermano mayor. Engaño a su tío Labán cuando cuido sus rebaños, y esperaba engañar a su hermano Esaú en el camino de regreso a casa donde debía enfrentar a su familia.

Y entonces, completamente solo en la oscuridad de la noche, Jacob tuvo un encuentro con Dios. El lucho con Dios hasta el amanecer y finalmente clamo a Dios diciendo: “bendíceme”.

 

El señor le pregunto: “cuál es tu nombre” y Jacob respondió: yo soy quien la gente dice que soy. Soy Jacob, el tramposo, el estafador, el intrigante”.

 

Y Dios le dijo: “No, no lo eres más. Tú eres Israel. Eres un príncipe, el hijo de Dios, y tienes poder con Dios.”

Puede que hayas hecho lo que la gente dijo  que harías, pero tú no eres.

Cuando empiezas a alabar a Dios, el te dirá quién eres.

Cuando comienzas a alabar a Dios, el te dirá  quién eres. El te enseñara que tú eres: cabeza y no cola, estarás por encima solamente y no estarás debajo.







 
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