¿Qué estas esperando?
“y
era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta
del templo que se llama la hermosa, para que pidiese limosna de los que
entraban en el templo. Este, cuando vio a Pedro y a juan que iban a entrar en
el templo, les rogaba que diesen limosna”
Que
quieres recibir cuando vas a la iglesia? ¿Por qué realmente estas allí? ¿Qué
andas buscando? ¿Asistes solo para poder decir a otros que acudes a la iglesia?
¿Estás allí solo para desempeñar un
papel que según tu manera de pensar otorga una posición especial en tu
comunidad? ¿Estás allí solo para mantener la paz en tu familia y evitar el
constante fastidio los ruegos de tu
esposa, o de tu mama, o de tus hijos? refiriéndose a Juan Bautista. Jesús le
pregunto en cierta ocasión a un grupo de personas: “¿Qué salisteis a ver al
desierto? ¿Una caña sacudida por el
viento? ¿O que salisteis a ver? ¿A un hombre cubierto de vestiduras delicadas?
¿A un profeta?
Es
una buena pregunta para hacerla a nosotros mismos: ¿A quién vamos a ver o
escuchar a la iglesia?
Si
vamos a la iglesia para oír cantar al coro o escuchar al predicador, estamos
cometiendo el mismo error que el hombre cojo cuando era conducido a la puerta
la hermosa ese día. El estaba buscando la cosa equivocada. El estaba pidiendo
limosnas; no esperado recibir sanidad.
Nosotros
también debemos preguntarnos seriamente sobre la manera en que observamos a las
personas que encontramos día a día: ¿Cómo vemos a los demás? ¿Qué esperamos de
esos encuentros?
Con
frecuencia nos aproximamos a la gente en la misma forma que lo izo el cojo.
Estamos a la expectativa de que van a hacer por nosotros. Estamos al acecho
para ver que obtenemos de los demás. No nos interesa lo que Dios quiere hacer
en nosotros y a través de nosotros.
Yo
llamo a esto un espíritu “sonsacón”. La persona con un espíritu sonsacón
siempre está buscando alguien que le ayude
a solucionar sus problemas. Esta a la espera de que le puede sacar a los demás?
¿Qué esperamos de esos encuentros?
Con
frecuencia nos aproximamos a la gente de la misma forma que lo izo el cojo.
Estamos a la expectativa de que van a hacer por nosotros. Estamos al acecho
para ver que obtenemos de los demás, o que le pueden dar gratuitamente lo cual
no es diferente de pedir limosnas sin ningún esfuerzo o responsabilidad de su
parte.
Las
personas con espíritu sonsacón son manipuladoras. Ellos utilizan a la gente,
pero realmente no aman. Ellos agarran a las personas y buscan obtener de ellos
lo que desean, ahora o después puede ser sexo, dinero, adulación. Ellos tienen
poco o ningún interés en otras personas. Fuera de lo que pueden obtener de
ellas que les ayude a resolver hoy o mañana.
Dios
nos llama a verlo a él cuando veamos a las demás personas. El nos llama a que
demos a los demás del mismo modo que el des da ellos, o a recibir de ellos como
si estuviéramos recibiendo del mismo Señor.
Cuando
vamos a la iglesia, debemos ir con esperanza de que Dios va a hablar a nuestro corazón y sanar nuestra cojera.
Cuando nos encontramos con otras personas, debemos mirarlos con compasión
abiertos a recibir lo bueno que tengan que decirnos para animarlos en el señor,
y también abiertos para decirles y darles lo que Dios nos dirige a decir y a
dar.
En
esta forma vivimos en libertad recibiendo y dando libremente.
Identifica
con exactitud lo que
esperas recibir de Dios Hoy.